Para las startups, riesgo con prudencia es la nueva apuesta
Gina Ocqueteau, Emprendedora
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Gina Ocqueteau
Son tiempos desafiantes para emprendedores e inversionistas, y vale la pena hacer algunos análisis sobre la situación actual. En los últimos años se dieron a conocer a través de la prensa varios casos de startups chilenas que obtuvieron millonarias inyecciones de capital -tanto nacionales como internacionales- gracias a sus propuestas de negocio. No pongo en duda el mérito de estas empresas, pero sí el efecto que generaron en quienes venían más atrás.
La sensación de “éxito fácil” se instaló en varios emprendedores que quisieron seguir el mismo camino, pero se toparon con que no era algo tan simple. Es cierto que las condiciones de financiamiento fueron generosas para los emprendimientos debido principalmente a las bajas tasas de interés, pero ahora ya no vivimos el mismo escenario.
Un caso aún más extremo es el que muestra “Madoff, el monstruo de Wall Street”, la serie recientemente estrenada en Netflix, que tiene algunas lecciones clave para los inversionistas. En ella se cuenta cómo Bernie Madoff estafó a miles de personas por un total de 65.000 millones de dólares, en lo que fue uno de los mayores fraudes financieros de la historia. La historia fue así: Madoff contaba con su propia empresa de inversiones y creó un esquema Ponzi donde utilizaba el dinero de los inversionistas recién llegados para pagar rendimientos a los inversionistas anteriores, dando la apariencia de que los beneficios eran reales. Pero en realidad, ese dinero nunca se invirtió, sino que fue derivado a fines personales.
Con estos ejemplos quiero llegar a la importancia de decidir dónde queremos dirigir las inversiones y si el proyecto elegido cuenta con la solvencia necesaria. La actual crisis económica nos ha hecho comprender a la fuerza que el éxito no está garantizado y que el levantamiento privado no es sinónimo de rentabilidad ni solvencia en el largo plazo. Los fondos de inversión, por su parte, están dejando atrás la gran ola de colocaciones porque ya no existe la misma liquidez disponible hace algunos años. Hoy estamos viviendo un fuerte ajuste, lo que implica a su vez una reorientación de los objetivos.
El mundo emprendedor también comparte esta visión. La aceleradora de negocios Startup Chile declaró hace algunos días que las mejores oportunidades de financiamiento son para los emprendimientos que están desarrollando modelos de negocio más robustos, con mayor tracción y que logran escalar en sus volúmenes de ventas, ojalá startups más focalizadas y con menor riesgo.
Por eso, este 2023 muchas empresas han ajustado sus planes y estrategias a mejorar la gestión interna, cuidar los ingresos, tomar decisiones moderadas y afinar su propuesta, sabiendo que los fondos serán más propicios para aquellas que privilegien la estabilidad económica y cuenten con un plan de negocios más modesto, pero seguro, versus emprendimientos enfocados en “quemar recursos” para crecer rápidamente. Porque cuando se trata de dinero y rentabilidad, nada es fácil ni gratis. El éxito requiere de trabajo duro, consolidación del negocio y un potencial de crecimiento trabajado a pulso. Aun así, las startups tienen una ventaja para enfrentar este difícil período, y es su flexibilidad. Su estructura está hecha para amoldarse a los cambios y buscar nuevos caminos sin perder de vista lo aprendido en los últimos meses, para así lograr una mezcla efectiva entre riesgo y prudencia.